Toma Jesús, yo te lo doy
Un muchacho que tan solo tenía cinco panes y dos pececillos los entregó a Jesús para saciar el hambre de muchos.
Cuando Jesús anduvo aquí en la tierra, nos relatan los evangelios que, lo había seguido una muchedumbre, ya muy avanzada la hora, sus discípulos se acercaron a él, diciendo: - El lugar es desierto, y la hora ya muy avanzada, despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y compren pan, pues no tienen qué comer.
Jesús tomó los peces y los panes que este muchacho regaló y los multiplicó, luego los discípulos los entregaron a la multitud. Y comieron todos, y se saciaron y recogieron de los pedazos doce cestas llenas de lo que sobró.

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