Reflexion 4


Líbrame de la prueba


Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido.

Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
Salmos 142:6


Estas palabras las mencionó  el rey David estando en una condición  precaria, se encontraba en una cueva,   fingiéndose demente, incluso hasta    dejaba su saliva caer sobre su barba. El libro de Samuel dice;

“Y cambió su manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos, y escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr la saliva por su barba. 
( 1 Samuel 21:13)

Tal vez nuestra condición no sea tan extrema como la que enfrentaba David,  pero sí hemos pensado como David, que nuestros enemigos son más fuertes  que nosotros.
En la carta a los Corintios encontramos una maravillosa promesa que se nos  da a todos los cristianos.

No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

(1 Corintios 10:13)


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